Las ceramidas desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la barrera cutánea y la retención de la humedad. Ayudan a proteger la piel frente a los agresores medioambientales y a retener la humedad. En el cuidado capilar, las ceramidas refuerzan la cutícula del cabello, mejorando su elasticidad y resistencia, al tiempo que lo protegen de los daños.